Poza Rica de Hidalgo
Puerta del Totonacapan, donde la historia del petróleo se encuentra con la calidez veracruzana
Poza Rica tiene su origen en 1872, cuando comunidades totonacas establecieron los primeros asentamientos a orillas del arroyo El Mollejón, lugar donde se encontraba una “poza” rica en peces, lo que le dio el nombre al sitio.
A tu llegada, deja que el ritmo de Poza Rica te envuelva.
Inicia tu recorrido en su centro histórico, donde el pasado petrolero late con fuerza. Admira el Monumento a los Obreros Petroleros y entra al Palacio Municipal, donde te espera el impresionante mural de Pablo O’Higgins, testimonio visual del espíritu obrero y de la identidad local.
Después, dirígete a La Maquinita, también conocida como La Burrita, uno de los emblemas más queridos de la ciudad. Esta locomotora, que alguna vez unió a Poza Rica con el puerto de Tuxpan, simboliza el desarrollo de toda una región impulsada por el trabajo y la energía.
Continúa tu paseo por los espacios que reúnen a la comunidad: el Parque Juárez, lleno de antojitos, artesanías y expresiones culturales, y la Plaza Cívica 18 de Marzo, donde los fines de semana se escuchan risas, música y los pasos de quienes disfrutan de la ciudad.
Si te atrae la naturaleza, Poza Rica es punto de partida ideal para explorar los alrededores.
A poca distancia se encuentran las playas de Tecolutla, Costa Esmeralda, Cazones y Tuxpan, además de los majestuosos vestigios de El Tajín, los ríos de Filobobos o las montañas de Tlapacoyan, donde el ecoturismo ofrece experiencias inolvidables.
Y cuando llegue el momento de saborear la región, prepárate para una experiencia única: huachinangos, robalos, camarones, jaibas y pulpos preparados con recetas tradicionales. No dejes de probar el chilpachole, las empanadas de camarón, el pescado a la veracruzana, ni los antojitos típicos como zacahuil, bocoles, molotes y tamales. Todo acompañado, claro, por el fresco sabor de un agua de fruta natural.
Poza Rica es energía, historia y sabor. Una ciudad que se renueva día a día, pero que conserva el alma de su gente trabajadora y la calidez que distingue al Veracruz más auténtico.