La Catedral Metropolitana de la Ciudad de México es una de las edificaciones más emblemáticas del país, ubicada en el Zócalo capitalino. Su construcción se extendió durante tres siglos, desde 1573 hasta 1813, combinando diversos estilos arquitectónicos como el renacentista, barroco, neoclásico y churrigueresco. Este proceso prolongado se debió a factores como el hundimiento del terreno y la necesidad de adaptar la estructura a las condiciones del suelo lacustre de la antigua Tenochtitlan.
El interior de la catedral alberga valiosas obras de arte, incluyendo altares, retablos y esculturas de renombrados artistas. Destacan el Altar del Perdón, obra de Jerónimo de Balbás, y la sillería del coro, tallada en maderas preciosas. Además, en el trascoro se encuentra el Altar del Perdón, donde se venera al Señor del Veneno, una imagen de Jesucristo crucificado de gran devoción popular.