Fundado en 1712, este encantador destino colonial seduce con su arquitectura barroca - como la majestuosa Catedral de San Felipe Apóstol y la fascinante Botica Morelos, auténtica cápsula del tiempo medicinal. S
us legendarias Glorias de Linares, dulces de leche quemada elaborados desde 1934, perfuman las calles empedradas junto al aroma de los naranjales en flor.
Los Baños de San Ignacio, único humedal termal de Nuevo León, ofrecen aguas curativas entre vegetación exuberante, mientras la Presa Cerro Prieto invita a paseos en kayak al atardecer. La gastronomía es fiesta de sabores: desde las tradicionales tortas compuestas bañadas en salsa de chorizo hasta el exquisito licor de manzana artesanal.
Por las noches, la plaza se llena de música norteña y el ambiente festivo de sus festivales como el del Acordeón o la Feria de la Naranja. Entre haciendas centenarias, talleres dulceros y paisajes citrícolas que pintan el horizonte de dorado, Linares ofrece la esencia más auténtica y dulce del noreste mexicano, donde cada rincón cuenta una historia y cada bocado es un viaje al corazón de sus tradiciones.