Ubicado en el corazón de la Sierra Sur de Oaxaca, San Pedro Juchatengo es un pequeño pueblo que combina una profunda espiritualidad con paisajes naturales que invitan al asombro. Su nombre honra al apóstol San Pedro, patrón del pueblo, cuya festividad religiosa cada 29 de junio convoca a familias enteras, peregrinos y visitantes que desean vivir una experiencia llena de fe, tradición y comunidad.
Durante la fiesta patronal, el pueblo entero se viste de colores. Las calles se decoran con flores, papel picado y altares, mientras las campanas del templo principal —sencillo pero lleno de historia— marcan el inicio de las celebraciones. El momento más esperado es la solemne procesión, donde la imagen del santo es llevada en andas, incluso por el cauce del río, entre cantos, rezos y música de banda. Es una expresión viva de la fe que une a la comunidad y honra sus raíces.
El templo, corazón espiritual del pueblo, alberga imágenes religiosas de gran valor histórico y simbólico. Aquí se celebran misas, bautizos, bodas y actos litúrgicos que marcan la vida cotidiana de Juchatengo. Además de la fiesta de San Pedro Apóstol, se conmemoran otras fechas como la Semana Santa, la Virgen del Rosario y el Día de la Candelaria, todas con gran participación comunitaria.
Más allá de lo religioso, San Pedro Juchatengo ofrece paisajes montañosos, ríos cristalinos y una hospitalidad genuina. Es el lugar ideal para quienes buscan una experiencia espiritual profunda en medio de la naturaleza.
Visitar Juchatengo es reencontrarse con lo sagrado, con la tradición y con la calidez de un pueblo que vive su fe con el corazón abierto.