Parroquia de Santa Prisca y San Sebastián
Joya arquitectónica colonial, de fachada imponente, y bellísimos interiores en el Pueblo Mágico de Taxco
En el corazón del México colonial se encuentra una joya arquitectónica de impresionante fachada y bellísimos interiores que te transportarán en el tiempo. Este templo, originalmente una ermita dedicada a la Virgen de la Concepción durante el siglo XVI, fue consumido por un incendio, pero renació con un esplendor único.
La construcción actual, un majestuoso templo parroquial, se edificó en tan solo 7 años y 9 meses durante el siglo XVIII gracias a la visión y generosidad de su benefactor Don José de la Borda y la dirección del renombrado arquitecto Cayetano de Singüenza. La obra reúne el talento de grandes maestros, como los talladores Isidoro Vicente de Balbas y su hermano Luis, así como el pintor oaxaqueño Miguel Cabrera.
El resultado es un magnífico ejemplo del Barroco Mexicano, un estilo que combina la sensibilidad y destreza de las manos indígenas con la influencia europea. En el interior, se conservan 12 impresionantes retablos repujados en madera cubierta con papel de oro y exquisitas pinturas al fresco que decoran cada rincón.
Originalmente, sus paredes mostraban un elegante tono ocre y las torres un profundo color vino, reflejando el carácter y la riqueza de la época. Entre 1758 y 1806, esta parroquia se alzó como el edificio más alto de México, un testimonio vivo de la grandeza arquitectónica colonial.
Visitar este templo es sumergirte en un recorrido lleno de historia, arte y espiritualidad que no puedes dejar pasar. Ven y maravíllate con esta joya única que sigue brillando a través de los siglos.