Enclavado en la sierra oaxaqueña, San Antonio Cuajimoloyas es uno de esos destinos que sorprenden por su historia, su clima y su sabor. Su nombre peculiar, Cuajimoloyas, que significa “mole cuajado en ollas”, proviene de una anécdota contada por los abuelos del pueblo: los primeros pobladores prepararon mole para el Día de Muertos, pero el frío era tan intenso que el mole terminó cuajado… y así nació el nombre del lugar.
Hoy, este rincón de la Sierra Norte es conocido como la capital del hongo silvestre. Entre mayo y septiembre, sus bosques se llenan de vida con una enorme variedad de hongos comestibles, y gran parte de las actividades de la comunidad giran en torno a su recolección, clasificación y preparación. Incluso puedes unirte a recorridos guiados para aprender a identificar especies y disfrutar de platillos únicos con hongos frescos del bosque.
Visitar Cuajimoloyas es respirar aire puro, caminar entre nubes, saborear la cocina tradicional y conectarse con la tierra a través de los saberes de su gente. Si buscas un destino lleno de historia, naturaleza y experiencias auténticas, este es tu lugar.