Área de Protección de Flora y Fauna Bala'an K'aax
El bosque escondido que resguarda la vida
En lo profundo de la Península de Yucatán, entre los estados de Campeche, Yucatán y Quintana Roo, se extiende un rincón selvático que susurra historias de agua, vida y equilibrio natural: el Área de Protección de Flora y Fauna Bala’an K’aax. Su nombre, en lengua maya yucateca, significa “bosque escondido”, y basta recorrerlo para comprender su profunda conexión con la naturaleza.
Decretada el 3 de mayo de 2005, esta reserva abarca más de 128,000 hectáreas que forman parte del Corredor Biológico Sian Ka’an – Calakmul, un eje vital que conecta los ecosistemas de la Selva Maya en México, Guatemala y Belice.
Bala’an K’aax no es solo un santuario natural: es un pulmón verde esencial que alimenta los humedales costeros y protege ecosistemas únicos, como la selva baja inundable y la selva mediana subcaducifolia, donde se alzan majestuosos árboles como la caoba, el cedro, el chakah y el chechem, entretejidos con manglares y espejos de agua.
Esta riqueza vegetal da sustento a más de 601 especies de vertebrados, entre ellas el jaguar, el tapir, el mono araña y el águila elegante. También habitan aquí aves endémicas como el loro yucateco y la calandria dorso naranja, creando un espectáculo natural que parece fuera del tiempo.
Bala’an K’aax forma parte del programa Hombre y Biosfera (MaB) de la UNESCO desde 1993 y fue declarado sitio RAMSAR en 2004 por su importancia como humedal de valor internacional.
Más allá de su relevancia ecológica, esta reserva brinda a las comunidades locales recursos vitales y oportunidades de ecoturismo sustentable, fortaleciendo la relación entre conservación y bienestar humano.
Visitar Bala’an K’aax es adentrarse en la esencia viva de la selva.
Un mundo oculto que respira y nos recuerda que proteger la naturaleza es también protegernos a nosotros mismos.
Ven y descubre este bosque sagrado, donde todo está vivo.