Área de Protección de Flora y Fauna Nahá
Selva, sabiduría lacandona y lagunas encantadas
En lo más profundo de Chiapas, entre la exuberancia de la Selva Lacandona y los bosques templados de los Altos, se encuentra un tesoro vivo de naturaleza y cultura: el Área de Protección de Flora y Fauna Nahá. Esta joya natural protege más de 3,800 hectáreas de selva, lagunas y conocimientos milenarios resguardados por el pueblo maya lacandón del norte, una comunidad que habita y cuida este espacio desde tiempos ancestrales.
Nahá se distingue por ser un ecotono, una frontera natural entre ecosistemas: aquí, los árboles gigantes de la selva alta perennifolia conviven con pinos, encinos y bosques mesófilos, generando un paisaje único en biodiversidad. Las lagunas de Nahá, de aguas tranquilas y colores intensos, son hogar de aves acuáticas, cocodrilos y muchas especies más. Es, además, un Sitio Ramsar, una Reserva del MaB (Hombre y Biosfera) y un Área de Importancia para la Conservación de Aves en México (AICA), lo que la convierte en uno de los sitios más valiosos para el equilibrio ecológico de la región.
Pero Nahá no es solo un destino natural, es una experiencia cultural profunda. Aquí, los visitantes pueden caminar por senderos interpretativos en compañía de guías lacandones, que comparten su conocimiento ancestral sobre plantas medicinales, árboles sagrados y ciclos naturales, y ofrecen paseos en canoa por las lagunas.
Para llegar, puedes partir desde Palenque (105 km) o Ocosingo (80 km), combinando carretera pavimentada con tramos de terracería. Hay agencias que ofrecen tours desde San Cristóbal o Palenque, y dentro del ANP la movilidad es a pie o en pequeñas embarcaciones.
Nahá es un santuario de biodiversidad y sabiduría originaria. Visitarlo no solo es un viaje al corazón verde de México, sino un encuentro con una forma de vida en armonía con la tierra. Ven y déjate maravillar.