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​Al norte del centro de la Ciudad de México, entre la arquitectura moderna de Nonoalco‑Tlatelolco, se encuentra la impresionante Zona Arqueológica de Tlatelolco, también conocida como el Templo Mayor de Tlatelolco. Fundada alrededor de 1337, esta fue la capital hermana de Tenochtitlan y un gran centro comercial y ceremonial del mundo mexica‑tlatelolca.

Lo que más sorprende al llegar es cómo las piedras milenarias conviven armoniosamente con los edificios modernos que rodean la zona. Aquí se han descubierto 67 estructuras prehispánicas, destacando un basamento principal dedicado a los dioses Huitzilopochtli y Tláloc, adornado con glifos tallados con gran precisión: cien para el primero y cincuenta para el segundo.

Tlatelolco fue un mercado legendario, descrito por los conquistadores como un punto vital de rutas que conectaban poblaciones y caminos lacustres. Hoy, recorrer sus espacios es admirar patios ceremoniales, plazas delimitadas y muros que guardan ecos de intercambio, arte, política y simbolismo.

En su Centro de Interpretación y museo, se exhiben piezas como murales, ofrendas y artefactos descubiertos desde 1944, complementados con visitas guiadas gratuitas de lunes a viernes en la mañana.

Visitar Tlatelolco es vivir una experiencia urbana con historia viva: la Plaza de las Tres Culturas, la iglesia de Santiago Tlatelolco y los restos del Tecpán novohispano conviven con vestigios arqueológicos que revelan la continuidad entre pasado y presente.

Este sitio es un puente simbólico entre civilizaciones milenarias y movimientos modernos, donde la memoria y el mito aún laten con fuerza. Aquí, hasta el cemento urbano guarda la energía de mil mercados, ceremonias y sueños antiguos que perduran en el asfalto del siglo XXI.