Fiesta de San Francisco de Asís
Cada 4 de octubre, el municipio de Acapetahua, Chiapas, se prepara para celebrar las fiestas en honor a San Francisco de Asís. Esta festividad, profundamente arraigada en la identidad local, fue fundada alrededor de 1934 por el señor Eduardo Gutiérrez, como una herencia cultural adoptada del municipio de Escuintla, al cual Acapetahua pertenecía en ese entonces.
La celebración comienza con una novena, un periodo de nueve días de preparación espiritual que incluye oraciones, misas y actividades comunitarias cuya organización está a cargo por diferentes barrios, sindicatos, grupos religiosos y comunidades, quienes ofrecen rezos, tamales, atole y cantos en honor al santo.
Una de las expresiones más características de esta fiesta son las caminatas a caballo por las calles principales de Acapetahua, llevando la imagen de San Francisco de Asís, el espectáculo es ver a jinetes vestidos de blanco y negro galopando a toda velocidad, como ofrenda al santo pasando por enfrente de su imagen ofrendándoles flores, panes, y dulces como símbolo de reverencia y respeto.
Durante la festividad se presentan los Corredores, promeseros que, a través de su destreza ecuestre, pagan mandas al santo ejecutando valonas, maniobras acrobáticas que incluyen giros, saltos y descensos espectaculares sobre el caballo. Esta tradición representa una fusión de técnica, espiritualidad y legado cultural, que remonta al conocimiento ecuestre de vaqueros indígenas y afrodescendientes del siglo XVII y XVIII, pilares de la historia ganadera local.
La celebración es organizada por una estructura comunitaria conocida como cofradías, una organización religiosa y cultural compuesta por fieles católicos, encargada de rendir culto a una figura sagrada, organizar procesiones y fortalecer la solidaridad entre sus miembros. Aunque de origen europeo, estas estructuras se han enriquecido en América con la cosmovisión indígena y africana, convirtiéndose en ejes de identidad, resistencia y espiritualidad colectiva. Cada año, la comunidad elige mediante votación a los nuevos padrinos, quienes asumen la responsabilidad de coordinar las actividades. Los cofrades salientes entregan el estandarte y la imagen del santo a los nuevos cofrades, en un acto simbólico de continuidad y compromiso.
En la Víspera a la festividad, encabezada por los padrinos, incluye la primera corrida de corredores jóvenes, la tradicional floreada (lanzamiento de flores y confeti al santo al ritmo de tambor y flauta), y el acompañamiento de damas montadas que sostienen los listones del estandarte. Se ofrece comida y bebida a los participantes como muestra de hospitalidad.
El Día Principal comienza con las mañanitas a San Francisco, seguidas de la coronación del santo, un desayuno comunitario y una procesión con fieles de pueblos vecinos. Luego se celebra la misa principal y se reanudan las valonas, colmadas de fe y espectacularidad. Por la tarde-noche, tiene lugar la fiesta mayor, con música de marimba, baile popular y la elección de los nuevos padrinos y mayordomos.
Ocho días después, se realiza El Chavario, la ceremonia de cierre, donde los corredores vuelven a montar por última vez. Es un momento de agradecimiento colectivo, de despedida espiritual y de siembra para el nuevo ciclo.