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Palizada, Campeche

Palizada

Palizada

Palizada, una ciudad fluvial de ensueño en el corazón de la selva, compensa la audacia con interminables viajes al pasado lejano y lleno de vapor.

Palizada

Palizada es una ciudad fluvial de ensueño de la época colonial donde el tiempo parece haberse detenido. La gente viene hoy a presenciar el lento paso del río y a pasear por las coloridas calles del centro. Hay ruinas, y ciertamente selvas llenas de aventura, pero por lo general el pueblo permanece en pie como mudo testigo de los miles de años que la gente ha vivido aquí.

La ciudad fue el hogar de algunos grupos mayas, pero quizá lo más sorprendente es que primero se asentaron aquí grupos de nahuas y chontales. La ciudad despegó realmente en el siglo XVIII, cuando las maderas nobles de las selvas circundantes se transportaban por el río Palizada hasta Ciudad del Carmen, en la Laguna de Términos.

Pero hoy, el vibrante centro de la ciudad y el largo frente fluvial bastan para atraer a visitantes de todo el mundo. Rara vez abarrotadas, las calles confluyen en el Mercado Eduardo Lavalle Urbina, donde se preparan almuerzos los siete días de la semana. La ciudad también cuenta con un pequeño pero intrincado museo de la tradición local.

El Malecón, junto al río, sirve de plaza principal en todas las fiestas, excepto en las más importantes. La plaza Benito Juárez, frente a la iglesia de San Joaquín, está a sólo una manzana del río. Es el centro de la vida cívica y cultural, y casi siempre hay algo que hacer.

Tanto ADO como Wayak ofrecen servicio de autobús de Palenquea Palizada, la forma más común de llegar hasta aquí.

Afortunadamente, a Palenque llegan vuelos mexicanos directos desde Ciudad de México (AIFA). También hay estaciones terminales tanto del Tren Maya como del Tren Interoceánico desde Coatzacoalcos, en Veracruz. El viaje desde Palenque dura algo menos de dos horas.