Salvatierra

Salvatierra es una pequeña y maravillosa ciudad de unos 95.000 habitantes. Fundada en 1644 con el nombre de San Andrés de Salvatierra, la ciudad siempre ha sido maravillosa: desde el espectacular centro urbano, pasando por el Jardín de los Capuchinos, hasta el ecoparque de El Sabinal, Salvatierra es una exuberante mezcla de profunda historia y paisaje natural siempre renovado. Incluso la iglesia principal de la ciudad, Nuestra Señora de la Luz, parece dar testimonio de la historia de la ciudad como lugar de luz, incluso de iluminación.

Al ser una ciudad pequeña, los visitantes disfrutan de las ventajas de una infraestructura avanzada y de todas las comodidades. Pero quizá lo más interesante es que la ciudad se organiza en torno al magnífico Mercado Hidalgo, de varios pisos, en su propia manzana en forma de diamante. Se inauguró en el ocaso del Porfiriato, en 1912. Como tal, el mercado es un glorioso tributo neoclásico al comercio y la comunidad. Los cocineros compiten por servir el mejor mole de Urireo, la especialidad local que debe su nombre a la comunidad vecina de la que procede. El plato es especialmente celebrado, prácticamente el centro de las fiestas que se desatan cada 15 de agosto. El pueblo también celebra la Fiesta de la Candelaria a finales de cada mes de enero y principios de febrero.

Salvatierra es tierra de tremendo monumentalismo arquitectónico, y a la vera de uno de esos relativamente raros ríos que fluyen de sur a norte. En este caso, el querido río Lerma ondula a lo largo de un camino cuidadosamente cultivado por el lado oeste de la ciudad. El antiguo Templo y Convento del Carmen, el Convento de las Capuchinas, y el de San Francisco, juntos lo convierten en un lugar hechizante para visitar, sólo para caminar por las calles y los callejones del centro.

Salvatierra se encuentra a unos 45 minutos al sur de Celaya. Esto lo convertirá en un destino importante cuando el tren Guadalajara-Ciudad de México reanude su servicio en los próximos años. El pueblo está aún más cerca de Yuriria, lo que a menudo lo convierte en parte de un viaje doble a los dos pueblos mágicos. Anáhuac tiene autobuses directos al sur desde Celaya. Occidente puede hacerte cambiar de autobús en Tarimoro, que está a unos 25 minutos al este.