Valladolid

Valladolid es una de las ciudades coloniales más importantes de Yucatán y un verdadero placer visitarla. Simplemente por su riqueza arquitectónica, Valladolid es una ciudad para pasear. El antiguo monasterio de San Bernardino de Siena y la catedral de San Servacio dominan un centro urbano lleno de encanto.

Muy cerca se encuentran el cenote Zaci y el parque apícola X-kopek. Ambos mantienen ocupados a los amantes de la naturaleza. De hecho, más que una pequeña ciudad, Valladolid es un punto de partida hacia todo tipo de puntos naturales, ecológicos y medioambientales de la zona.

Las mentes más históricas y culturales querrán explorar el antiguo Monasterio, y la iglesia parroquial de San Servacio. Servacio es más conocido en castellano como San Servacio, uno de los llamados Santos del Hielo, cuya festividad marca los últimos días fríos de la primavera. Los visitantes recorren la Calzada de los Frailes, o esperan a Las Noches de Valladolid, cuando el antiguo monasterio se ilumina con proyecciones que cuentan la historia de la ciudad y de la península. Muy cerca se encuentran el Centro de Artesanía Zaci y la aún más ilustre Iglesia de la Candelaria.

Valladolid es quizá más famosa por el Escabeche oriental, los lomitos de Valladolid, la tradicional longanzia vallisoletana y el Pan de espelón. Es un lugar magnífico para comer, pasear y volver a comer. Mientras paseas, observa los bordados tradicionales en la ropa hecha a mano y otros tejidos. Encontrará buenos ejemplos de piedra tallada, además de tejidos de bejuco y hennequén.

Valladolid, tras años de letargo, vuelve a estar en el mapa porque el Tren Maya para en la ciudad. La estación está a unos 15 minutos al norte del centro de la ciudad, y los locales recogen a los huéspedes que llegan de los aeropuertos son Cancún o en Tulum. Simplemente no hay otra forma mejor de llegar aquí.