En lo profundo de las estribaciones sureñas de la sierra de Pénjamo, entre cañadas, laderas y manantiales, se encuentra Plazuelas, una zona arqueológica que asombra por su complejidad, su diseño armonioso con el paisaje y su enigmático pasado. Este tesoro prehispánico, ubicado al suroeste del estado de Guanajuato, invita a las y los viajeros a descubrir una de las ciudades más sofisticadas y mejor integradas al entorno natural de toda la región.
Habitada entre los años 450 y 900 d.C., Plazuelas floreció durante un periodo en el que esta parte de Mesoamérica alcanzó su mayor densidad poblacional. A diferencia de otros sitios, Plazuelas fue concebida para convivir con los cerros que la rodean, construida con una visión respetuosa del entorno, lo que le otorga un carácter único y profundamente simbólico.
Su diseño urbano se extiende sobre tres laderas, separadas por cañadas naturales, y cuenta con plataformas ceremoniales, juegos de pelota, terrazas y basamentos piramidales, todo cuidadosamente dispuesto para integrarse al paisaje. Destaca el conjunto conocido como Casas Tapadas, una gran plataforma con estructuras piramidales que sugiere la realización de rituales, asambleas y eventos comunitarios de gran importancia.
Entre los elementos más fascinantes se encuentra "El Cajete", un edificio circular que conecta a Plazuelas con la tradición arquitectónica de Teuchitlán, Jalisco, así como las dos canchas de juego de pelota orientadas en diferentes ejes, lo cual sugiere la complejidad social y ritual de sus antiguos habitantes.
Uno de los hallazgos más inquietantes es el de figuras escultóricas fragmentadas, como la de un posible cautivo mutilado, que evocan prácticas ceremoniales similares a las de otras culturas mesoamericanas. Estos vestigios no sólo hablan de la vida cotidiana, sino también de las relaciones de poder y cosmovisiones que definieron a esta sociedad.
Visitar Plazuelas es conectarse con una civilización antiguaque dejó sus huellas grabadas en piedra, una invitación a mirar más allá de lo evidente y a descubrir que Guanajuato no sólo fue tierra de chichimecas nómadas, sino también cuna de culturas avanzadas, organizadas y con una arquitectura monumental que aún hoy despierta asombro.
Plazuelas te esperapara contarte su historia en cada muro, en cada piedra tallada, en cada paso entre sus estructuras. Una visita obligada para las y los amantes de la arqueología y la historia
