Ubicada al noroeste de la ciudad de Oaxaca, Asunción Nochixtlán es un destino que combina historia, paisaje y gastronomía con una identidad cultural profundamente arraigada en la región mixteca. Fundada en 1527 por Francisco de Orozco junto con cincuenta indígenas mixtecos, esta ciudad fue uno de los centros más importantes del comercio de la cochinilla, el pequeño insecto del nopal que dio fama mundial al color rojo intenso de los textiles oaxaqueños.
Hoy, Nochixtlán sigue sorprendiendo con sus paisajes naturales, su calidez humana y su deliciosa gastronomía. No puedes dejar de probar su barbacoa de borrego cocida al horno de piso, acompañada con “masita” de maíz blanco y una cuchara hecha de maguey. Y para los amantes de los postres, sigue viva la tradición de dulces artesanales como turrones, polvorones, casquitos y taquitos, elaborados con recetas centenarias y betún batido con molinillo de carrizo.
Entre sus imperdibles se encuentra el templo de la Virgen de la Asunción, una joya de la arquitectura colonial construida en 1624 que resguarda piezas de arte sacro. En el centro de la ciudad destaca un quiosco de hierro forjado traído desde París en 1898, donado por el General Porfirio Díaz como símbolo de gratitud.
Si tienes tiempo, realiza una excursión a Santiago Huauclilla, a solo 20 km de distancia. Rodeado de montañas, cascadas y cuevas, este lugar fue elegido por sus antiguos pobladores por la fertilidad del suelo y la abundancia de agua. Hoy es perfecto para los amantes de la naturaleza y la tranquilidad.
Visitar Asunción Nochixtlán es vivir la esencia de la Mixteca: un viaje entre historia, devoción, sabores auténticos y paisajes que abrazan el alma.