Templo de Santo Domingo de Guzmán
Joya de la arquitectura Múdejar que custodia la historia de Comitán.
La primera imagen que roba tu atención en cuanto llegas al centro de Comitán es el Templo de Santo Domingo, con su vibrante color amarillo y su fachada estile múdejar que se erige como fiel testigo de la historia de este Pueblo Mágico y es el corazón histórico de la ciudad.
La construcción del templo de Santo Domingo de Guzmán, patrono de la ciudad, inició en la última década del siglo xvi y concluyó a principios del siglo xvii. El altar mayor es de mármol, construido en 1956 para conmemorar los 400 años de su fundación.
La fachada responde al espíritu mudéjar y en el interior detalles de estilo neoclásico, artesonados inspirados en la carpintería mudéjar del sur de España y el rosetón derivado del gótico.
Originalmente la planta de la iglesia conventual era de una sola nave, pero más tarde se le agregaron dos capillas hacia el costado norte y la sacristía. En el siglo xvii se remodelaron su fachada y sus techos de madera y tejas.
El templo de Santo Domingo es de una nave, con dos capillas laterales y coro; en el muro noreste tiene un vano con decoración neoclásica, flanqueado por dos columnas empotradas de fuste estriado, cuyo capitel sostiene un entablamento con un frontón triangular. La capilla de la Santísima Trinidad tiene bóveda nervada y pechinas; el muro este tiene tres vanos, con arco abocinado de medio punto, vitrales y dos nichos con jambas en madera. El muro sureste tiene cuatro vanos con vitrales y dos nichos; un guardapolvo de duela corre alrededor de la nave. La cubierta es artesonada. El coro esta sostenido por columnas de madera con fuste estriado, capitel decorado y arcos trilobulados; tiene columnas en madera y un arco de medio punto con casetones en el intradós. El altar mayor tiene un ciprés de dos cuerpos, de estilo neoclásico, atrás del cual existe un retablo contemporáneo.