Zona Arqueológica de Tula
Ciudad milenaria de los guerreros
La Zona Arqueológica de Tula, ubicada en el municipio de Tula de Allende, en el estado de Hidalgo, es uno de los sitios más emblemáticos del México prehispánico. Fue la capital del antiguo Estado Tolteca, una civilización que floreció entre los siglos IX y XIII d.C., y que tuvo gran influencia en Mesoamérica tras la caída de Teotihuacán.
Conocida también como Tollan-Xicocotitlan, esta ciudad llegó a ser un importante centro político, militar, comercial y religioso. Su legado más icónico son los Atlantes de Tula, cuatro esculturas monumentales de más de cuatro metros de altura que representan guerreros toltecas, ubicadas en lo alto del Templo de Tlahuizcalpantecuhtli, dedicado al dios Sol y a Quetzalcóatl. Estas imponentes figuras talladas en piedra son símbolo del poder militar y la organización social de los toltecas.
El sitio cuenta con una amplia plaza central, templos, palacios, juegos de pelota y plataformas ceremoniales. La arquitectura tolteca se caracteriza por su sobriedad, geometría y elementos decorativos simbólicos, como serpientes emplumadas, jaguares y coyotes. Las esculturas y relieves encontrados en el sitio evidencian una fusión entre lo ceremonial y lo militar.
Tula tuvo una fuerte influencia en otras culturas, especialmente en los mexicas, quienes la consideraban la cuna de la civilización y un ejemplo del orden ideal. Aunque la ciudad fue abandonada hacia el siglo XIII, su mito perduró en la tradición oral y escrita de los pueblos posteriores.
Hoy en día, la Zona Arqueológica de Tula es un importante destino cultural y turístico. Su museo de sitio complementa la experiencia con piezas recuperadas en excavaciones y explicaciones sobre la vida cotidiana, la religión y la estructura política de los toltecas.