Atarjea

Sumérgete en un despertar mágico al canto de las aves y el susurro del viento entre bosques de encino y pino. En Atarjea, fundado en 1539 por don Alejo de Guzmán, cada rincón es un homenaje a la tranquilidad: senderos que recorren cerros como El Blanco, El Carricillo, Lagunilla, Tecolote, Greñudo, El Águila, Divisadero, Mesa de la Torre y El Pino regalan panorámicas infinitas, con valles profundos bañados por la luz dorada del sol y un aire tan puro que revitaliza cuerpo y espíritu.

Descubre la magia de la Sierra Gorda mediante rutas apartadas: camina al amanecer mientras el valle se despierta entre neblinas; contempla el cielo estrellado al caer la noche; contempla la danza de las hojas y respira serenidad. Cada cima ofrece un espectáculo único, donde el silencio parece susurrarte historias centenarias y pintar en tu memoria un recuerdo inolvidable.

Atarjea te invita a renovar tus sentidos, a desconectarte del bullicio urbano y a reconectar con tu esencia. Aquí, la aventura se funde con la calma y cada instante se convierte en un regalo para el viajero nacional e internacional. ¡Ven y descubre el tesoro verde de México!