Río Sinaloa
Esta ruta turística te lleva por un recorrido lleno de historia, paisajes naturales y encanto rural. Comienza en Sinaloa de Leyva, un pueblo con gran herencia colonial, calles empedradas y una rica tradición agrícola. El camino sigue hacia Nío, una comunidad que destaca por su tranquilidad, sus costumbres ancestrales y su entorno campestre. Más adelante, Tamazula sorprende con su belleza natural, ideal para los amantes del ecoturismo y las actividades al aire libre, como senderismo o paseos junto al río. Finalmente, el recorrido culmina en Las Glorias, una playa del Pacífico con paisajes costeros, deliciosa gastronomía marina, y espacios perfectos para el descanso y la recreación familiar.
Un día entre ríos, historia y mar en el corazón de Sinaloa
El viaje comienza en Sinaloa de Leyva, un pueblo encantador abrazado por la sierra y acariciado por el río. Al despuntar el sol, las fachadas coloniales se bañan en tonos dorados y el aire fresco lleva consigo el murmullo de la historia que vive en sus calles empedradas. El aroma a machaca, frijoles y tortillas recién hechas invita a disfrutar un desayuno típico antes de partir hacia Nío, una comunidad tranquila donde la vida rural se respira en cada rincón. Allí, el verde de los campos y la hospitalidad de su gente hacen una pausa perfecta para reconectar con lo esencial.
Continuando el camino, se llega a Tamazula, donde el río se convierte en protagonista y los paisajes ribereños relucen con una belleza serena. Las tradiciones se mantienen vivas, y es común ver a artesanos trabajando la palma o familias pescando en las tranquilas aguas. Finalmente, la ruta culmina en Las Glorias, una joya costera que recibe al visitante con playas doradas, mariscos frescos y atardeceres que parecen sacados de una postal. El oleaje sereno, las aves marinas danzando sobre el horizonte, y el cielo incendiado de colores son el broche perfecto para un día que se siente corto pero queda grabado en el alma.