Este sitio fue abierto al público tras más de una década de investigaciones, lideradas desde 1984 por la arqueóloga Angelina Macías. Los hallazgos realizados en este lugar han sido clave para comprender diversas etapas históricas y culturales a nivel regional.
El sitio destaca por su arquitectura discreta, con plataformas de baja elevación construidas mediante núcleos de tierra y piedra. Los muros carecen de elementos decorativos, aunque en algunos casos se encuentran petrograbados adosados. Durante las exploraciones en el Montículo 3, se identificaron muros que simulan el estilo talud-tablero característico de Teotihuacán, aunque este es un ejemplo aislado dentro del sitio.