Ubicado en el corazón de la Sierra Norte de Oaxaca, San Miguel Amatlán es un rincón donde la naturaleza y la historia se entrelazan con la calidez de su gente. Su nombre es un puente entre lenguas y tiempos: en zapoteco, Yagaa-Tzi significa “árbol amarillo”, una referencia al encino dorado que embellece sus montañas; mientras que en náhuatl, Amatl-Tlan evoca el “lugar de amates”, árboles milenarios de los que los antiguos pobladores extraían fibras para elaborar papel ritual.
Hoy, este mágico pueblo serrano recibe a sus visitantes con paisajes irrepetibles, senderos que serpentean entre bosques nublados y una hospitalidad que solo las y los amatlenses saben prodigar. Cada conversación, cada taza de café y cada caminata por la montaña es una invitación a conectarse con la tierra.