Basilica de Nuestra Señora de Ocotlán
Un símbolo de fe, milagros y esplendor barroco en Tlaxcala
La Basílica de Nuestra Señora de Ocotlán, ubicada en el estado de Tlaxcala, México, es uno de los santuarios marianos más importantes del país y un impresionante ejemplo de la arquitectura barroca novohispana. Construida en el siglo XVIII en el lugar donde, según la tradición, la Virgen María se apareció al indígena Juan Diego Bernardino en 1541, esta basílica ha sido un punto clave de peregrinación, fe y devoción durante siglos.
Su fachada, elaboradamente decorada con estuco blanco, torres simétricas y detalles ornamentales, contrasta bellamente con el cielo azul de Tlaxcala. El interior es aún más deslumbrante, con un altar mayor cubierto en pan de oro y una imagen de la Virgen de Ocotlán, tallada en madera según la tradición, considerada milagrosa por muchos fieles.
La basílica no solo es un lugar de oración, sino también un ícono cultural que ha sido testigo de la historia religiosa, social y artística de la región. En 1991 fue elevada al rango de basílica menor por el Papa Juan Pablo II.