Villa de Reyes
Lugar donde la historia y las haciendas cobran vida
San Luis Potosí es un estado que se disfruta a cada paso, pero si quieres un destino que combine historia, arquitectura imponente y paisajes que parecen sacados de una pintura, Villa de Reyes es tu lugar. Este municipio, ubicado al sur de la capital potosina, guarda secretos que se remontan a tiempos prehispánicos y que florecieron con la llegada de los frailes y colonizadores en el siglo XVI.
Aquí, el antiguo Valle de San Francisco fue escenario de batallas, acuerdos de paz, minas de plata que dieron origen a San Luis Potosí y haciendas que marcaron el ritmo económico y cultural de toda la región. Basta caminar por sus calles y recorrer sus alrededores para sentir cómo el pasado sigue latiendo fuerte en cada piedra y en cada construcción.
Villa de Reyes es famosa por su Ruta de las Haciendas, un recorrido que te transporta a épocas en que la agricultura, la ganadería y la producción de mezcal eran el motor de la vida diaria. Cada hacienda tiene su propia personalidad: desde el legado industrial de la Ex Hacienda Gogorrón, hasta los ecos coloniales de la Hacienda de Pardo o la elegancia de la Hacienda Ventilla. También está la Hacienda de Bledos, con su pasado minero y agrícola, y la Hacienda de Calderón, donde la naturaleza se mezcla con una impresionante obra hidráulica. Y si buscas espiritualidad, la Hacienda Jesús María y su conexión con Concepción Cabrera de Armida te sorprenderán.
Pero Villa de Reyes no es solo pasado: hoy vibra con proyectos innovadores como Casa Fronda, una vitivinícola comunitaria y sostenible que une vino, arte y cultura en un espacio único. Y por supuesto, sus templos, como la Parroquia del Valle de San Francisco o el Santuario de Guadalupe, son joyas arquitectónicas que muestran la fuerza de la fe y la unión de su gente.
Visitar Villa de Reyes es más que un paseo turístico: es una experiencia que mezcla historia, tradición, gastronomía y paisajes inolvidables. Así que prepárate para recorrer este rincón potosino donde cada hacienda, cada piedra y cada sabor cuentan una historia que merece ser vivida.