Playa Peña Blanca
Playa Peña Blanca, a solo 38 km de Manzanillo, es un paraíso semivirgen donde el mar abierto, su icónico peñón blanco y atardeceres espectaculares crean el escenario perfecto para acampar, caminar y conectar con la naturaleza en su estado más puro.
A unos 38 km al oeste del centro de Manzanillo, entre montañas y caminos rodeados de vegetación, se encuentra Playa Peña Blanca, un rincón semivirgen que invita a desconectarse del ruido cotidiano y reconectar con la naturaleza. Su ambiente sereno, el azul intenso del mar y la suavidad de su arena crean un escenario perfecto para quienes buscan relajación, caminatas a la orilla o momentos de contemplación frente al horizonte. Más que un destino para nadar, Peña Blanca es ideal para vivir la playa de otra manera: acampar, observar aves marinas o simplemente dejarse envolver por la brisa y el sonido del oleaje.
El gran atractivo que le da nombre es su imponente islote rocoso cubierto de guano, que resplandece en blanco frente al mar y ofrece un paisaje único acompañado por bandadas de aves que sobrevuelan la zona. Este peñón, junto con los acantilados y la duna costera, le otorgan un carácter distintivo que la convierte en uno de los sitios más fotogénicos y memorables de la región.
Diversos medios especializados han resaltado la importancia de Peña Blanca como un sitio emblemático de Colima. Nexos la describe como una extensión de arena dorada y amplia, flanqueada por formaciones rocosas y un islote erosionado conocido como “el Pilón”, símbolo de la belleza salvaje y el equilibrio ecológico del litoral colimense. Su carácter remoto y libre de infraestructura masiva la mantiene auténtica, ofreciendo al visitante una experiencia de ecoturismo consciente y genuino.
Peña Blanca es más que una playa: es un viaje hacia la tranquilidad, un espacio para quienes desean vivir la costa de Colima desde una perspectiva distinta, lejos de lo convencional y en plena conexión con la naturaleza.
