Huatulco es un lejano lugar de surf, playa y ecología al sur de Oaxaca. Toda la zona incluye unos 35 kilómetros de costa, nueve bahías únicas y un sinfín de selva, vida salvaje, biodiversidad y aventura. No menos de 36 playas resplandecientes son casi siempre pero poco visitadas. Los pueblos de La Crucecita, Santa Cruz, Chahué y Tangolunda reciben a visitantes de todo el mundo.
Cada pueblecito conserva su propio carácter, y sólo Tangolunda, en el este de la región, se ha convertido en una zona de grandes complejos turísticos y hoteles. Pero dicho esto, sigue siendo una región abrumadoramente natural y bendecida por la tranquilidad del surf, las playas y los senderos naturales.
Más que nada, Huatulco es conocido como destino de turismo de naturaleza. El Parque Nacional de Huatulco ocupa una enorme extensión de más de 11.000 hectáreas al oeste de la región. Aunque sólo sea por eso, los visitantes vienen a explorar las numerosas selvas, senderos, zonas interiores y reservas naturales que hay en el parque.
Y mientras los visitantes están en la ciudad, se adaptan rápidamente al sistema de taxis. Privados de ida y compartidos de vuelta, enseguida se comprueba que la región es tan concienzuda como hermosa.
La mayoría de los huéspedes llegan a Huatulco por el aeropuerto de Huatulco (HUX). Los vuelos procedentes de Ciudad de México llegan todo el año. Los vuelos de temporada llegan desde Monterrey, Oaxaca, Tijuana, así como Dallas y Chicago. El viaje en autobús de la ciudad de Oaxaca a Huatulco dura unas seis horas. Desde el aeropuerto de Puerto Escondido, el viaje dura poco más de dos horas.
