Amatenango del Valle

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Amatenango  se encuentra a 40 km de San Cristóbal de las Casas y a 56 km de Comitán de Domínguez. Es imposible no detenerse al observar vibrantes colores y formas de sus artesanías elaboradas en barro, porr lo que la mayoria de los visitantes consideran este lugar como  un paso obligatorio entre estos dos pueblos mágicos.

En Amatenango del Valle, Chiapas, la alfarería es más que un oficio: es una herencia ancestral que ha sido transmitida de generación en generación. Originalmente practicada por mujeres, esta actividad artesanal ha evolucionado con el tiempo, incorporando también a los hombres, quienes han dejado atrás las labores del campo para sumarse a la creación de estas piezas únicas.

Las artesanas y artesanos trabajan con materiales completamente naturales. La arcilla, principal materia prima, se combina con arena y pigmentos obtenidos de tierras ricas en minerales, que aportan tonos rojos, amarillos, negros y cafés. Estos colores naturales no solo embellecen las piezas, sino que reflejan el paisaje y la cosmovisión de la comunidad tseltal.

El proceso de elaboración puede durar entre ocho y quince días, dependiendo de la complejidad de la pieza. Aunque antiguamente las piezas se cocían a cielo abierto, hoy se utilizan hornos de leña de baja temperatura, lo que permite un mayor control del calor y mejora la calidad final sin perder el carácter tradicional del proceso.

Entre las piezas más representativas se encuentran figuras de palomas, jaguares, armadillos, así como ollas, macetas y jarritos, cada una modelada con dedicación y simbolismo. Estas obras no solo cumplen una función decorativa o utilitaria, sino que también narran historias, celebran la naturaleza y preservan la identidad de un pueblo profundamente conectado con su entorno y su historia.

 Amatenango del Valle donde la tradición y la cultura convergen en un arte milenario, logrando ser reconocido a nivel nacional e internacional