Los Amargos
El otro lado surreal de Guerrero Negro
A pocos kilómetros de la ciudad de Guerrero Negro, en el corazón de la Reserva de la Biósfera El Vizcaíno, se encuentra un lugar tan sorprendente como fotogénico: Los Amargos. Este extenso salar forma parte del complejo de Exportadora de Sal (ESSA), y es considerado uno de los paisajes más surrealistas de la región.
Desde lejos, el terreno blanco da la impresión de estar cubierto por nieve o hielo. Sin embargo, al acercarse, uno descubre que se trata de cristales de sal que cubren el suelo y reflejan el cielo con intensidad. Lo más asombroso es que en medio de esta superficie nívea emergen pequeñas pozas de agua verde turquesa, verdaderos oasis salinos que contrastan con la blancura del entorno.
Caminar sobre esta superficie crujiente y brillante es toda una experiencia sensorial. Cada paso resuena con el eco de un desierto vivo y diferente. Pero lo verdaderamente inolvidable es sumergirse —por unos minutos— en las pozas cálidas de alta salinidad. En ellas, el cuerpo flota sin esfuerzo, y se experimenta una sensación de ingravidez que muchos comparan con la del Mar Muerto.
Por recomendación de los guías, no se debe permanecer más de 20 minutos dentro del agua y es fundamental enjuagarse con agua dulce inmediatamente después para evitar efectos adversos en la piel.
Los Amargos no solo cautiva por su belleza inusual, sino que también invita a la contemplación, al asombro y a una conexión profunda con el paisaje salinero que define la identidad de Guerrero Negro. Un sitio poco conocido, pero que merece estar en la lista de cualquier viajero curioso que busque escenarios fuera de lo común.