Fuente Guardianes del Futuro, Chapultepec

Ciudad de México

Fuente Guardianes del Futuro, Chapultepec

Visita la Fuente Guardianes del Futuro en Chapultepec: una obra artística y simbólica que invita a reflexionar sobre el cuidado del planeta. Rodeada de naturaleza, es un rincón ideal para pasear, relajarte y conectar con el espíritu del bosque.

Fuente Guardianes del Futuro, Chapultepec

La Fuente Guardianes del Futuro en la Ciudad de Méxicoes una de las menos conocidas de las muchas fuentes del Bosque de Chapultepec. La obra tiene una gemela en la famosa Costera, la calle principal de Acapulco. Esta se encuentra en la intersección con Cristóbal Colón y fue colocada allí más o menos al mismo tiempo que la de Chapultepec (1997).

La procedencia de la obra es difícil de determinar. Muchas fuentes en internet la fechan tan pronto como el diseño original de la Sección 2 de Chapultpec por el arquitecto Leónides Guadarrama en 1964. Lo más probable es que Guadarrama diseñara y construyera una fuente de algún tipo aquí cuando el artista sólo tenía 14 años. La escultura, que data de 1997, fue donada al parque algún tiempo después. El artista Jesús Ricardo García Ortiz diseñó ambas esculturas Guardianes a mediados de la década de 1990. También había trabajado antes en la Orquesta de los animalitos, una obra de 1985 situada en el Parque Cri Cri. Aquel proyecto de 15 animales músicos fundidos en bronce había sido dirigido por el escultor Luis Strempler.

La fuente fue rehabilitada en 2011 con nuevas bombas de agua y amplias obras en los jardines circundantes. En el centro de una pirámide de cuerpos infantiles, una esfera azul representa un planeta. Es de suponer que la malla de diminutos cuerpos infantiles espaciales protegerá este planeta.La fuente es bien recibida por quienes piensan en ella a la manera de Mafalda o Peppa Pig.

El ethos de "todos los niños del mundo" no puede descartarse del todo, como en gran parte de la escultura pública posterior. Sin embargo, es probable que este mismo espíritu explique la percepción de que la obra tiene 30 años más de los que realmente tiene. Como Guardianes del Futuro que son, estos parecen haber estado en ello durante gran parte del pasado.Tanto la fuente como la escultura son bien visibles desde la transitada calle Fernando Alencastre. Pero es más probable que los visitantes se topen con ambas al pasar junto al monumento a George Washington, justo al subir la colina.

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