Plaza Morelia / Jardín Garibaldi
Plaza Morelia y Jardín Garibaldi son espacios culturales tranquilos en la Roma Norte, ideales para el descanso y la reflexión. Destacan por su valor histórico y artístico, como el Sitio de Memoria Circular y el busto de Giuseppe Garibaldi.
La Plaza Morelia y el Jardín Garibaldi son dos espacios públicos poco conocidos en el extremo norte de la Roma Norte. Sorprendentemente, la plaza está eclipsada por la Plaza Romita, mucho más pequeña, situada inmediatamente al sur. El Jardín Garibaldi disfrutó de un breve momento bajo el sol cuando fue rehabilitado como parte de la reconfiguración de la Avenida Chapultepec. Esa fue prácticamente la primera vez que alguien pensó en el oscuro triángulo público. Aún así, en las noches de teatro, las multitudes desbordan por las calles. El busto de Giuseppe Garibaldi está marcado con la fecha de 1864. La unificación de Italia no se completará sino hasta 1871. Pero para cuando se logró la unificación, Garibaldi ya gozaba de una tremenda reputación internacional como guerrero y paladín de la reforma democrática. Su anticatolicismo y posterior guerra contra Austria hicieron que la conmemoración en México tuviera que esperar hasta después del régimen de Maximiliano (1861-1867).
La primera mención de la colocación del monumento aquí data de 1881. Peppino, nieto de Garibaldi nacido en Australia, participaría más tarde en la Revolución Mexicana y es a él a quien se rinde homenaje en la Plaza Garibaldi de Ciudad de México, mucho más famosa. Justo al sur del Jardín, la Plaza Morelia aparece desde la calle Guaymas. Un pequeño parque de barrio con un parque infantil, hoy es principalmente conocido por el Sitio de la Memoria Circular de Morelia. Se trata de un sitio conmemorativo para honrar y apoyar la memoria de las víctimas del Aparato de Seguridad del Estado y la Policía Secreta durante la «Guerra Sucia» de los años setenta. Está abierto al público. En la actualidad, el edificio, situado en el extremo oriental del círculo, está a cargo de la Subsecretaría de Derechos Humanos de México. En su día, este mismo edificio tuvo una sombría reputación por desapariciones, y cosas peores. Se abrió al público en 2019.