San Miguel Arcángel de Tlaltizapán
Quizás la iglesia favorita del Ejército de Liberación del Sur, sigue siendo un lugar de peregrinación para los estudiantes de la Revolución y una notable obra de arquitectura religiosa del siglo XVI.
San Miguel Arcángel es la iglesia parroquial principal y, desde hace mucho tiempo, el centro espiritual de la querida pequeña ciudad de Tlaltizapán. Sigue siendo una de las iglesias más antiguas y queridas de Morelos. Comenzada en 1548, se terminó en 1553, con bastante rapidez para los estándares de construcción de la época. El atrio se utilizó durante mucho tiempo para evangelizar y convertir a la población local al cristianismo y al catolicismo romano.
La fiesta de San Miguel Arcángel se sigue celebrando discretamente cada 29 de septiembre. Pero hoy en día la gente visita el lugar especialmente para ver los agujeros de bala que aún son visibles en los laterales de los campanarios. Uno de los feligreses más famosos de todos los tiempos fue el célebre revolucionario Emiliano Zapata. Se dice que sentía especial devoción por la figura del Cristo Negro que aún se conserva aquí y, aunque mandó construir su mausoleo en este lugar, sus restos acabaron en Cuautla, al otro lado del valle. No obstante, algunos de sus generales más importantes están enterrados aquí.
Al igual que muchas iglesias antiguas de México, esta es un gran repositorio de arte religioso. El retablo es de estilo neoclásico, lo que indica que data de un período mucho más tardío que la propia iglesia. Pero más allá de las numerosas estatuas, figuras y pinturas multicolores, los grandes claustros antiguos de los monasterios anexos dan una idea de la antigüedad y el misterio del lugar. La evidente simplicidad de la fachada principal de la iglesia no revela del todo los numerosos secretos y sombras que se esconden en su interior.
La iglesia se encuentra en el centro de la pequeña localidad, que también alberga media docena de capillas más. Las capillas laterales se han perdido casi por completo en la historia, pero justo detrás de la iglesia, el mercado de la localidad abre sus puertas a visitantes de cerca y de lejos. Recibe su nombre de Pablo Torres Burgos, un revolucionario asesinado en 1911, durante lo que entonces se conocía como el movimiento maderista, cuando lideraba ese mismo movimiento en el estado de Morelos. Fue asesinado por las fuerzas federalistas entre este lugar y Moyotepec, a media hora al este.
Llegar a Tlaltizapán es fácil, y es recomendable para aquellos que buscan una escapada rápida y relajante desde la Ciudad de México u otras partes de Morelos. Es uno de los destinos más populares para pasar el fin de semana, y la iglesia y el antiguo monasterio son solo el principio.