Zona Arqueológica Guiengola
La fortaleza entre nubes y cactus
Al noreste de Tehuantepec, sobre una sierra escarpada, se alza Guiengola, una zona arqueológica zapoteca que se distingue por su carácter defensivo. Su nombre significa “gran piedra” o “piedra blanca”, y encaja perfectamente con el entorno rocoso que la rodea. A diferencia de otras ciudades ceremoniales, Guiengola fue una fortaleza, posiblemente construida durante el Posclásico (aprox. 1350-1521 d.C.), en un contexto de conflictos regionales.
La ciudad fue habitada por zapotecos que resistieron la expansión mexica. De hecho, según fuentes históricas, el emperador Ahuízotl habría enviado ejércitos para tomar la región, siendo Guiengola un punto clave de resistencia. En la cima del cerro se han encontrado murallas, plazas, patios y estructuras con vistas panorámicas de todo el Istmo, lo que da cuenta de su función estratégica.
La subida a Guiengola es parte de la experiencia: el camino es exigente, pero al llegar a la cima, el paisaje recompensa con silencio, viento y una sensación de conexión con algo ancestral. El sitio está rodeado por vegetación xerófila, y en temporada, se puede ver florecer la flora de la región.
Guiengola es un lugar donde el pasado resiste entre peñascos y espinas. Su arquitectura militar y su ubicación desafiante lo convierten en un símbolo de fortaleza y dignidad zapoteca.