Espacio Escultórico de la UNAM

El Espacio Escultórico, situado junto al Centro Cultural  Universitario de la UNAM en la Ciudad de México, es uno de los lugares más accesibles y gratificantes de la visita al campus universitario de la UNAM. El espacio en sí es un anillo gigante de prismas triangulares de piedra que rodean un mar helado de lava.

La gigantesca obra Land Art consiste en un gran círculo de unos 120 metros de diámetro. Lo rodean 73 "prismas" triangulares. Toda la obra fue concebida por seis de los escultores mexicanos más importantes del momento. Propuesta originalmente por el escultor Federico Silva en 1977, la idea era posicionar mejor las artes visuales y la escultura geométrica en México dentro de un entorno natural.Y vaya si lo es. La obra forma un santuario accesible y un punto focal dentro de la gigantesca y protegida Reserva Ecológica del Pedregal de San Ángel. El espacio respeta el extenso paisaje natural a la vez que invita a los visitantes a contemplar sus propios espacios dentro del gran entorno natural. Un mosaico de azulejos grabados también hace referencia a las demás obras de la zona.

La inmensa obra Land Art fue el resultado de intensas reuniones y de la colaboración entre todos los artistas participantes. En los años siguientes a la inauguración de la obra en 1979, los artistas también colocaron otras obras independientes en el Paseo de las Esculturas, al sur. Algunas de ellas están integradas en las instalaciones del Centro Cultural. Otras están situadas a mayor distancia en el paisaje de la Reserva. Las obras del Pasaje de las Esculturas incluyen: Ave Dos de Hersúa Coatl de Helen Escobedo es probablemente la más fotografiada y conocida. Colotl de Sebastián Corona del Pedregal de Mathias Goeritz Variante de la Llave de Kepler de Manuel Felguérez Ocho Conejos de Federico Silva Las Serpientes del Pedregal también de Federico Silva. Esta obra, fechada en 1986, fue la última en incorporarse al Pasaje, y es la más grande.

El espacio también ha crecido para incluir otras obras cercanas pero que técnicamente no forman parte del Pasaje. La más destacada es otra de Sebastián Tláloc. Pajaro XIII de Juan Soriano. Más al sur, en el Centro Cultural Universitario, La Espiga, de Rufino Tamayo. Ésta se utiliza hoy a menudo como símbolo de todo el centro cultural.También hay varias obras al poniente del Centro Cultural adornando el entronque de Mario de La Cueva con la Avenida Insurgentes Sur. Serpiente y Garra de Jaguar, de Sebastián, un homenaje a Rufino Tamayo. La Serpiente y Garra de Jaguar se enfrenta con otra obra de Federico Silva. La Muerte Presente se encuentra al otro lado del cruce, en lo alto de uno de los tréboles excavados en la roca volcánica. Justo al sur se encuentra Abstracción Integrada, de Carlos Mérida. Es un mural de mosaico apartado de la transitada avenida.El Espacio Escultórico es gratuito y está abierto al público. La instalación circular principal sólo está abierta de lunes a viernes, de 7.00 a 16.00 horas.