Zongolica

A tu llegada a Zongolica, descubrirás un destino lleno de historia y tradición.

Fundado en 1117 por tribus nonoalcas bajo el nombre de Acalpetlayuca, esta ciudad conserva vestigios de su pasado prehispánico y colonial.

No dejes de recorrer sus calles para conocer la Iglesia “El Calvario”, con arquitectura románica, gótica y renacentista, y la Parroquia de San Francisco de Asís, que guarda pinturas y relieves franciscanos de gran valor artístico.

Después, sube al cerro Macuilxochitl y contempla la impresionante escultura de Cristo Rey, esculpida en cantera y transportada en fragmentos desde Tehuacán, Puebla, un ícono que combina fe y paisaje.

Continúa tu visita hacia la capilla de la Pérgola, dedicada a la Virgen de Guadalupe, desde donde obtendrás vistas panorámicas de la ciudad y la sierra que la rodea.

Si lo tuyo es la aventura y la naturaleza, no puedes perderte el Nacimiento del Río Tonto, con sus aguas turquesa y corrientes vigorosas ideales para recorrer en balsa o kayak.

Recorre también El Boquerón, un espectacular cañón natural con un puente de más de 100 metros de altura, rodeado de abundante vegetación, y adéntrate en la Cueva de las Golondrinas, donde cada diciembre se celebra una tradicional misa en honor a la Virgen de Guadalupe.

Descendiendo por los senderos de la sierra, descubre las Ruinas de la Ex Hacienda en El Porvenir, vestigios del poder de los antiguos caciques, y siente la fuerza de la Cascada de Atlahuitzía, que con más de 120 metros de caída y su río cristalino ofrece un espectáculo de agua y naturaleza.

Relájate en Macuilca, un valle con pozas para nadar y áreas para comer y convivir, o aventúrate a Coxole, un lugar de manantiales y rica biodiversidad.

Finalmente, maravíllate con el Popocatl, un sumidero con cascada interior donde la luz y el vapor del agua crean un arcoíris natural, y visita Totomochapa, donde cada primer viernes de marzo se celebra el Xochitlalis, un rito que une creencias indígenas y cristianas en homenaje a la tierra.

En Zongolica, cada paso invita a explorar, cada río y montaña cuenta una historia, y cada tradición da la bienvenida a los visitantes.

Aquí la historia, la fe y la naturaleza se combinan para ofrecer una experiencia inolvidable que conecta con los sentidos y el corazón.