Mercado González Ortega
Un fantástico mercado histórico y centro de exposiciones, hoy en día es uno de los monumentos de piedra rosa más accesibles del centro de Zacatecas.
El Mercado González Ortega es un maravilloso mercado histórico y una oportunidad para visitar uno de los muchos edificios de piedra rosa del centro de la ciudad de Zacatecas. Hoy en día es un importante centro para los visitantes de la ciudad, pero también permite echar un vistazo al Zacatecas de principios de siglo. El mercado es en realidad el tercero que se construye en este lugar, y sustituye a varios mercados más antiguos destruidos por incendios.
La construcción comenzó aquí en 1861 durante el gobierno interino del general Miguel Auza. Utilizó el espacio para celebrar una feria en conmemoración de la victoria liberal durante la Guerra de la Reforma. Poco después, esa feria se convirtió en un edificio destinado a mejorar la seguridad comercial y, sin duda, a despejar algunas de las calles siempre abarrotadas de vendedores ambulantes. Ese mercado inicial duró hasta 1886, cuando el gobernador siguiente, Marcelino Morfín Chávez, ordenó su reconstrucción. Su extravagante nuevo edificio contaba con varias plantas para la compraventa, y la planta baja se destinaba exclusivamente al almacenamiento. Duró hasta 1901, cuando un espectacular incendio lo consumió por completo.
Solo un año después, en 1902, el edificio que vemos hoy resurgió de las cenizas aún humeantes. Reabrió sus puertas el 22 de diciembre y se le conocía simplemente como el Mercado Central hasta que en 1921 se le cambió oficialmente el nombre por el del general Jesús González Ortega. González Ortega fue aliado de Benito Juárez durante el periodo de la Reforma, a mediados del siglo XIX.
Hoy en día, el mercado es mucho menos bullicioso que otros grandes mercados de la ciudad, sobre todo que el Mercado Genaro Codina. Se le conoce con el sobrenombre de El Laberinto, lo que da una idea de su extensa superficie. El Mercado González Ortega ofrece un hogar digno y sólido a una serie de cafeterías, pequeños restaurantes, tiendas de plata y tiendas de artículos de cuero similares. Hoy en día, hay una tienda de tatuajes y algunas tiendas de teléfonos móviles, pero es sobre todo un lugar para explorar y hacerse una idea de cómo era y parecía la ciudad, y quizás gran parte del norte del país. En la parte trasera del mercado, en el extremo suroeste, se encuentra la Plazuela Francisco Goitia, de varios niveles y con curiosas facetas. Lleva el nombre del artista de Zacatecas, también homenajeado en un museo cercano.