En lo alto de Ixtlán del Río, Nayarit, se alza uno de los sitios más emblemáticos del municipio: el Cerrito de Cristo Rey, un lugar donde convergen la espiritualidad, la arquitectura tradicional y las vistas más espectaculares del valle.
La escultura de Cristo Rey, diseñada por el arquitecto Guadalupe Vásquez, se eleva con imponencia sobre un pedestal construido por artesanos locales, reflejando la devoción y el talento de la comunidad.
Llegar a la cima es toda una experiencia. Puedes ascender por un camino empedrado para vehículos, o bien, vivir el recorrido a pie subiendo los 544 escalones que serpentean por el cerrito. Cada descanso está adornado con cruces de madera, invitando a la reflexión y al descanso mientras se asciende. El esfuerzo se ve recompensado con una vista panorámica impresionante de Ixtlán del Río y sus alrededores.
Más allá de su belleza arquitectónica, el Cerrito de Cristo Rey es también un importante centro de celebración religiosa. Cada último domingo de octubre, se realiza una gran fiesta en honor a Cristo Rey, con novenario, peregrinaciones y una vibrante muestra de las tradiciones del pueblo. Es el momento perfecto para vivir la calidez y devoción de la comunidad local.
Este rincón también ofrece una conexión única con la naturaleza. Rodeado de paisajes montañosos y aire fresco, es un excelente lugar para quienes buscan un respiro del ritmo urbano y desean disfrutar del entorno al aire libre.
El Cerrito de Cristo Rey no es solo un sitio para visitar, es un lugar para sentir. Historia, cultura, fe y naturaleza se unen aquí para ofrecer una experiencia que deja huella.
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